Opinión: Vivir con protocolos, derribando obstáculos. Por Martín Calcagno

Nueva modalidad, el mismo virus, y una cuarentena de doscientos días.

Una buena parte de los pueblos de la región comenzaron a sacar las barreras de contención de los accesos a sus localidades, montículos de tierra, vallas, carteles y franjas de peligro con las leyendas de «cerrado, prohibido pasar», que durante buena parte de este 2020 a causa de la pandemia y la cuarentena estuvieron presentes.

Varias localidades ya lo implementaron desde el viernes y otras se irán sumando con el correr de los días, ésta parece ser una nueva etapa, podríamos denominarla la fase de accesos libres, de menor control de ingresos y mayor responsabilidad individual.

La cuarentena se ha hecho demasiado cuesta arriba, con el diario del lunes se podría decir que estuvimos mucho tiempo encerrados cuando el virus se veía allá a lo lejos, y cuando el covid ingresó a nuestros pueblos, empezamos ha abrirnos.

En las distintas entrevistas que realizamos a diario en el Canal de la región, recogimos distintas voces, el núcleo siempre es la pandemia, y ahora las mayores coincidencias van por el lado de aprender a convivir con el virus.

Ya hubo mucho tiempo para conocer cuales son las medidas de profilaxis, la clave es el distanciamiento social, usar barbijo, el lavado de manos, la utilización de alcohol en gel, de todo hemos escuchado hasta el hartazgo, son medidas simples que si todos las tomaríamos al pie de la letra la posibilidad de contagio sería ínfima.

Los médicos lo llaman vivir con protocolos, esto nos hará tener una vida lo más normal posible, desarrollando la mayoría de las tareas que en su momento fueron cotidianas, evitando las restricciones, respetando los cuidados conocidos.

Los clubes también cuentan con protocolos para el regreso a las actividades de los niños menores de 12 años, (los mayores de 12 ya regresaron). Ni que hablar de la cuestión educativa, ya lo hemos manifestado en otras editoriales, es imposible perder un nuevo año para los niños, se debe buscar la forma, en los patios, por grupos menores, en distintos momentos del día, los pibes deben volver mediante protocolos a las aulas. No es lo mismo el Gran Buenos Aires, que las escuelas del departamento San Martín.

Es el tiempo más que nunca de la responsabilidad individual, si cada sujeto cumple su parte, ganará el colectivo social, ésta semana en Noticiero Dos bien lo dijo el presidente comunal de Piamonte Carlos Bongiovanni, «Si alguien ingresa a la localidad en horarios donde no hay controles es porque un vecino le abrió la puerta de su casa», no se puede controlar a todos todo el tiempo.

También es cierto que esta no es una gripecita, no lo digo yo, sino los médicos, el doctor Nicolás Lépore director del SAMCo de Carlos Pellegrini fue tajante al decir «prefiero enfermarme de una gripe común y no de coronavirus, por eso me cuido mucho. Algunos son asintomáticos, otros tiene malestar, algunos la pasan muy mal y los menos se mueren, pero la estadística de letalidad cambia cuando el fallecido es un ser querido».

Debemos seguir cuidándonos, respetando protocolos pero haciendo, estando en movimiento pero con los cuidados pertinentes, con responsabilidad individual para cuidarnos y cuidar a los otros. Es un nuevo tiempo, esta en nosotros, en cada uno, derribando obstáculos, cumpliendo nuestra parte.

Foto: Bashny.net