Columna de opinión de Maximiliano Matter.
Este fin de semana que acaba de terminar se dio un caso no menos curioso en el fútbol argentino, ninguno de los cinco grandes pudo prevalecer en sus encuentros. Es que los cinco denominado grandes del fútbol argentino se les puso difícil y les costó mucho en esta segunda fecha poder hacer pie.
El San Lorenzo de Insúa que parecía levantar tras la victoria con Arsenal cayó con el equipo de Lanús 2 a 1 en un partido con polémico arbitraje en el final, por otro lado los dos equipos de Avellaneda tuvieron opacas presentaciones Independiente cayendo de local con Platense 2a1, y Racing siendo derrotado 1 a 0 en su visita por Argentinos Juniors, el bicho de la paternal, en un estadio que siempre es complicado para la mayoría de los equipos. Por su parte el nuevo River de Martín Demichelis, que le ha tocado reemplazar nada más y nada menos que a Marcelo Gallardo, sufrió el sábado por la noche una derrota dos a uno contra el recién ascendido Belgrano de Córdoba en un Mario kempes colmado.
No menos complicado fue el partido de Boca Juniors, el equipo comandado por Hugo Ibarra empató en un tibio cero a cero en la bombonera contra Central Córdoba de Santiago del Estero y también casi pudo perderlo por un penal en contra qué chiquito Romero le tapó a Castelli el delantero del ferroviario. Con esto el fútbol argentino a demostrado que es uno de los campeonatos más parejos del mundo después se verá si en un buen nivel o no, pero muy diferente a los campeonatos de Europa sobre todo a las principales ligas que tienen a sus líderes en una parte alta de la tabla y sus perseguidores están muy lejos y no le recortan distancia.
