El Centro de Monitoreo Meteorológico y Climático adelantó que entre agosto y febrero de 2026 la región experimentará temperaturas medias superiores a las históricas. En cuanto a las lluvias, tenderán a los valores normales con algunos excesos puntuales.
El último informe del Centro de Monitoreo Meteorológico y Climático ofrece un panorama extendido sobre la evolución del clima en la provincia y la región. Según las estimaciones, los próximos meses estarán marcados por un invierno y comienzo de primavera con temperaturas medias que tenderán a ubicarse por encima de los registros habituales, y un inicio de verano con condiciones templadas a cálidas.
En cuanto a las precipitaciones, se prevé que en agosto se registren acumulados normales, con algunos sectores puntuales que podrían recibir lluvias abundantes en la segunda quincena. Desde septiembre, las precipitaciones tenderían a disminuir levemente respecto de los valores medios, aunque sin anomalías significativas.
El análisis de la temperatura de los océanos indica que el Pacífico se mantendría en valores normales, lo que sugiere la continuidad de una fase neutral del fenómeno ENSO (Niño/Niña). Sin embargo, el Atlántico podría aportar humedad adicional, generando excesos de lluvias en determinados períodos.
En este contexto, los niveles del río Paraná tenderían a sostenerse en registros bajos durante los próximos meses, con eventuales repuntes temporarios asociados a alternancias de exceso y déficit de lluvias en las zonas de aporte.
Con este escenario, se espera un invierno “normal” en términos de temperaturas, pero con una marcada tendencia a jornadas más soleadas y cálidas hacia la primavera y el inicio del verano 2026.
Fuente: InfoSastre